Toda vida pinta para ser
arte desconocido,
olvidado en el trasfondo de un oscuro maleficio de viciosa incertidumbre.
La vida no es más que el trasfondo de un oscuro maleficio de viciosa incertidumbre.
Ciertamente,
desconozco el origen,
la anomalía que mutó al artista soñador en bicéfalo descompuesto en brumas.
La vida es un arrecife brumoso donde es tragada toda certidumbre de vivir.
Plagio de espermas,
fecundos vientres paternales
coincidieron en el precioso momento: piernas, sexos y entre sexos se dio la vida.
Imposibilidad regresiva de calamidades; precisión sexual de generosa incomprensión.
Predecible final;
profilácticos adulterados
retrasan el manso devenir del erosionado ocaso previsto como cierre claustrofóbico.
Es la vida un trasfondo de oscuros maleficios de viciosa incertidumbre; la muerte no.
Inexorable cierre este concierto absurdo de ciega- muda y pusilánime esperma fecundadora.
Erróneamente. Yo.