jueves, 2 de septiembre de 2010

Rompiendo el pacto

Montado en olas, siguiendo mis instintos; corro el mar de tu cuerpo con rumbo descendiente. Norte a sur, surco la cuenca dorsal de tus relieves; en suave caída, atravieso el estrecho que antecede a la bahía donde se agota tu columna; la última resistencia antes del deseado encuentro.
Allí acordamos las condiciones de acabar con el pacto de no invasión de territorio prohibido.
Por primera vez hicimos el amor contra naturam.

2 comentarios:

  1. EL DESEO NO CONOCE LÍMITES, UNA VEZ QUE LLEGÓ, SOLO SIGUE DERRAMANDO PASIÓN BUSCANDO ABREVAR DESESPERADO. NO TIENE LEYES, NO TIENE DOGMAS...
    ABRAZOS AMIGO MIO

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  2. Algunas veces se detiene al borde del abismo; sólo algunas veces.
    Gracias abuela por tus palabras.
    Un abrazo.

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