domingo, 26 de mayo de 2013

Ella incinera su cuerpo al sol mientras disimula un libro de Sartre, a modo de almohada, bajo sus cabellos rubiosSus talones reposan hundidos en la arena caliente. Espera, no desespera, no aduce angustia verbal ni incontinencia de pasos inquietos. Ella yace sobre su estera de juncos.

Tantos días de sol en la solitaria playa, han pintado su  vanidad, tanto que la negrura de su piel se ha vuelto morada con su muerte.

sábado, 2 de marzo de 2013


De El hombre de las paredes circulares

Había una vez una calle que caminaba sobre un hombre
con rectas tan circulares como el idioma de un necio.

miércoles, 22 de agosto de 2012

En mi tímida adolescencia planeaba a diario conquistar el amor de una muchacha mundana.
Recuerdo pintar el asfalto frente a su casa con leyendas encriptadas en corazones rojos,sin nombre que me ponga en evidencia. Como no resultaba tanta cursilería decidí pasar por su negocio y disimulando mi vergüenza me sumé al final de la fila. Cuando llegó mi turno, ella estaba tan ajada que las historias imaginadas se habían desteñido como las manchas blanquecinas dejadas en las paredes de mis deseos. Di media vuelta y contando las monedas caminé hasta el kiosco de loterías en donde compré un billete. Decidí echar mi vida a la suerte.

sábado, 21 de enero de 2012

Sentado al ordenador escribo:
el tipo que observo en el reflejo de mi ventana
es un tipo como yo; distraído, hierático
y por lo que percibo en el aroma que llega desde su habitación,
está más allá de todos los grados de alcoholes posibles
y que el revolver que carga, dispara inexorablemente a mi cabeza
matando dos pájaros de un tiro.

domingo, 23 de octubre de 2011

Deslizaba suavemente su cuerpo, como deliciosa bailarina que fue en su Rusia natal. Las puntas de sus pies acariciaban el piso, al unísono con las notas de su corazón. Un paso de coté hacia la derecha y un salto en l’aire hasta caer como pluma. Para alcanzar su más deseado final, debía ser la más precisa coreografía de su vida.
La música en su corazón sonaba cada vez más rápido. Su agitada respiración confundía su mente. No debía equivocarse; podía caer y eso terminaría de por vida con su carrera.
Un nuevo assemblé dobló sus rodillas. El pánico se apoderó de sus ojos.
Mientras caía estrepitosamente, su boca emitió un angustiante ¡Oh Dios!
Los soldados aliados, reconocieron su cuerpo por una zapatilla de bailarina que no se desprendió de su pie mutilado. No pudo escapar. Las minas explosivas abandonadas en los campos, luego de la guerra, sumaban otra víctima inocente.

jueves, 15 de septiembre de 2011

La imagen en el viejo monitor, parpadeaba como la luz de neón del cartel del oscuro hotel donde decidió encerrarse a escribir su biografía.
Su cuerpo también comenzó a parpadear. Recordó que había insertado la última moneda en el medidor de derecho a uso del servicio de Internet en su habitación. Se apresuró a escribir el epílogo de su biografía; quería impresionar al lector con un final real y contundente. Y lo logró justo a tiempo.
Desapareció en la red de los inconsistentes cuando el monitor se apagó.

martes, 6 de septiembre de 2011

El hombre balancea su carne, áspera como el llanto de una soga de esparto.
Él apenas fue un paso extraviado en los abismos, puente de fallidas intenciones en la génesis involuntaria de su vida.
Partió tras la ingenua y estúpida existencia, para abandonar la piel a un costado de las piedras.
La muerte fue el comienzo de su vida y no hubo nadie asistiendo a su espontáneo aborto.

domingo, 21 de agosto de 2011

Al lado de mi codo, en la barra de un tugurio amarillo, una bella mujer ciega admiraba mi sed, no percibí angustia en su mirada, apenas un rictus de sarcasmo en sus cejas de trasnochado silencio.
Miró mis vasos vacíos, le sonrió a una botella de vino malo y se marchó mascullando en un descuidado abandono.
-otro ciego que no pudo verme.

lunes, 20 de junio de 2011

Y le dije que no, como si eso me hiciera más fuerte. Solo logré implementar un silencio de muerte que se apoderó de mis orejas.
Pude vislumbrar, mientras se mezclaba mi sudor con sus lágrimas en la manga de mi camisa; que había algo más que tristeza cortando el aire de su garganta.
Aflojé entonces la presión sobre su cuello, apoyé su cabeza laxa sobre mis rodillas y comencé a hacerle respiración boca a boca. Fue en vano, sus pulmones ya no estaban.
Es tan frágil la vida de una mariposa de la noche.

jueves, 26 de mayo de 2011

Arrojando piedras al estanque...
una...
dos...
tres.

Arrojándome al estanque por las piedras que arrojé...
cuatro.

No pude rescatar la que colgaba de mi cuello.
A veces me asombro de haber llegado tan lejos sin caminar demasiado,
debe ser que alguien dejó encendido, sin querer, el mundo debajo de mis pies.
A veces presiento que el hilo es demasiado duro para que se corte por sí solo y que deberé proveerme de una navaja filosa que apure la caída de la tierra sobre mi cuerpo.
A veces, no sé; la rueca de la vida se empeña en seguir hilando lo que en mi transcurrir
voy deshilando.
¿Será su tozudez o la mía la que defina el pleito?

miércoles, 23 de marzo de 2011

Desde mi loca cordura; llamo a los duendes azules que transitan mis sueños, ateridos por una absurda ignorancia, una prepotente desidia de corrupta letanía.
No sé quién soy desde que soy, desde el ombligo seco de nonato que vio la luz por otros ojos, por otras voces; y hoy mitigo este temblor de hastío apretando los dientes para no sangrar los ojos ni partir los nudillos contra la dura pared de este mundo, al que no pertenezco ni reconozco como morada de este habitante mutante, de una raza en extinción, mala, sanguinaria, retrógrada, cavernícola…

19:30…en otra noche de suicidios colectivos...

miércoles, 9 de marzo de 2011

Creo que deberías salir a buscar nuevos aires; caminar bajo el agua, fumarte un cigarrillo de chocolate, tejer medias para ciempiés, lavar las nubes sucias, y olvidarte que hay vida debajo de una piel abandonada.

martes, 8 de marzo de 2011

Se han caído mis ojos; ellos sostenían la mirada sobre el tenso horizonte; no hay palabras contra ello ni cuerda que sostenga mi mano en la falda de la vida, y caigo mientras destejo el hilo que tantos años me llevó ordenar punto por punto, inexorablemente en filas de a dos, como si el par exacto fuese dos, cuando todos sabemos que siempre es uno más un poquito de alguien que generalmente está ausente.

sábado, 5 de marzo de 2011

No se puede alejar de una huella circular, ni desviar los pasos fuera de un eje que rota en el centro de los ojos; y no hay dolor en la herida ni en la cicatriz de la ausencia; no hay vector preciso de este vacío. Quizás la sangre contaminada de recuerdos sea la culpable y se empeñe en circular como un reloj de péndulo, dando campanadas cada golpe de lluvia.

martes, 1 de marzo de 2011

Y pensar que cuando extendí el pulgar para apagar al sol, apareciste detrás de una nube, vestida de durazno ambarino, con trencitas pendiendo de uno de tus lados; el del caroso con forma de corazón.
Cerca de la última fila de abedules te partí en dos.
Apenas el sol había transcurrido dos giros de su vida, lejos de mi pulgar asesino.
Al igual que ayer, cuando la tarde cerró su sombrilla de estío sobre la cabellera de un sauce; al igual que ayer, abrí los relámpagos que escondía mi garganta y sollocé granos de sal en los cráteres de la ausencia. Entonces se desgarró la piel del viento que cayó sobre la recostada mugre del amor muerto, el de las cien vidas y sus tantos poemas desilusionados.
Cuánta melancolía me sacude; cuántas edades me diferencian de su recuerdo, de su distancia, y estando tan cerca, ni siquiera toca mis ramas.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Maravilloso amor

Cuando acabó mi romance con la luna -una luna prostituta que se dejaba seducir por todos los poetas del mundo y hasta por los perros que le ladraban cuando estaban enamorados y las perras estaban en su climaterio- ingenuamente me enamoré de la torre de Pisa. Ingenuo porque siempre creí que ella se inclinaba para hablarme al oído, pero en realidad sufría de lumbalgia, mal poco común en las torres de Pisa; que por cierto también escasean.

El hecho de descubrir que la torre no se inclinaba para mí, provocó una terrible desequilibrio a mi autoestima, algo que logré superar luego de mucho tiempo, cuando conocí a Babel; una torre que prometió llevarme al cielo y que luego de mucho subirla y subirla me di cuenta que no me llevaría ni siquiera al infierno, ya que el presupuesto de los arquitectos no había alcanzado para tantos escalones y por lo tanto había que seguir trepando por las paredes, hecho que me resultó bastante absurdo. Fue entonces cuando decidí abandonar mi búsqueda del amor irracional y me quedé en casa, dispuesto a ser poeta y escribir poesías para publicar en Internet y ganar reconocimientos y todas esas tonterías.
Precisamente ahora, estoy sentado frente a la pc, que curiosamente me mira con mucha ternura y la ternura... ¿saben?, siempre me pudo; así que…

21:23...el hambre habla por mí...

sábado, 23 de octubre de 2010

Oscuro maleficio de viciosa incertidumbre

Toda vida pinta para ser
arte desconocido,
olvidado en el trasfondo de un oscuro maleficio de viciosa incertidumbre.

La vida no es más que el trasfondo de un oscuro maleficio de viciosa incertidumbre.

Ciertamente,
desconozco el origen,
la anomalía que mutó al artista soñador en bicéfalo descompuesto en brumas.

La vida es un arrecife brumoso donde es tragada toda certidumbre de vivir.

Plagio de espermas,
fecundos vientres paternales
coincidieron en el precioso momento: piernas, sexos y entre sexos se dio la vida.

Imposibilidad regresiva de calamidades; precisión sexual de generosa incomprensión.

Predecible final;
profilácticos adulterados
retrasan el manso devenir del erosionado ocaso previsto como cierre claustrofóbico.

Es la vida un trasfondo de oscuros maleficios de viciosa incertidumbre; la muerte no.

Inexorable cierre este concierto absurdo de ciega- muda y pusilánime esperma fecundadora.

Erróneamente. Yo.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Rompiendo el pacto

Montado en olas, siguiendo mis instintos; corro el mar de tu cuerpo con rumbo descendiente. Norte a sur, surco la cuenca dorsal de tus relieves; en suave caída, atravieso el estrecho que antecede a la bahía donde se agota tu columna; la última resistencia antes del deseado encuentro.
Allí acordamos las condiciones de acabar con el pacto de no invasión de territorio prohibido.
Por primera vez hicimos el amor contra naturam.

sábado, 21 de agosto de 2010

Mala praxis

Mientras permanecía estático repasando mi pasado, contemplaba mi sombra que se achicaba hasta casi desaparecer por el pequeño ojo de una cerradura. Comprendí entonces que mi vida había comenzado a deteriorarse en el preciso instante en que la vieja partera del pueblito donde nací me dio los primeros golpes de esta vida. Golpes que recuerdo por supuesto, aunque estaba demasiado preocupado por respirar, acción natural que me costó mucho practicar porque la muy bestia me pegaba en la nariz y no en las nalgas como hacían todas.

De aquella mala experiencia quedó un pulmón colapsado, el tabique de la nariz torcido y un ojo desviado, pero si me miran de costado no se notan mucho los detalles, apenas una cicatriz finita de cinco centímetros en uno de mis párpados, resultante de una cirugía que debió ser para corregirme una deficiencia testicular. Sí, el cirujano entendió ocular; otra bestia.

sábado, 14 de agosto de 2010

Extrañándote

Las olas rompientes, las frágiles gaviotas y sus vuelos rasantes sobre las barcazas de los pescadores; tu recuerdo aferrado a mi nostalgia y esa botella oscura asomando en la arena; mi ingenuidad quiso volverla mágica entre mis manos. Mi angustia murmuró al mar tu nombre, con furiosa impotencia, con bronca, casi como una maldición al destino que te alejó.

Te apareciste, como un holograma de amor, como la sublimidad de una ninfa y mi sorpresa exclamó:
- ¡Amor! ¡Pide un deseo, seré el artista que talle tu felicidad por la eternidad del tiempo!

Tres siglos han pasado desde que la lámpara fue arrojada al abismo del mar, el mismo tiempo que yo permanezco dentro de ella -como fue tu deseo- sin ver la luz, sin saber si eres feliz, pero más me preocupa es saber que fue de mi gato colgado del perchero ¿Me extrañará tanto como yo a él?

miércoles, 7 de julio de 2010

Remake

El guión trasladaba el paso de la historia, la tragicómica remake de una vida, quizás la suya; en esos instantes de confusión emocional todo se asemejaba a todo.

Cerró los ojos para ver mejor la proyección. Sentía correr su sangre espesa y lenta y el sudor formaba aureolas de sal en la funda de cuero de su cama; fría como su piel.

Vio víctimas inocentes y culpables rodar sin cabeza, cercenadas por el poder de la justicia; todos los rostros, todas las manos confluían hacia su miedo que no dejaba de tiritar. Se sintió impotente como nunca, expuesta y vulnerable.

Segundos antes del final, alguien encendió la luz, el líquido inyectado en su sangre aceleraba su futuro. Por primera vez la muerte tuvo miedo cuando el verdugo activó el mecanismo de la última y letal inyección. The end.

viernes, 25 de junio de 2010

Tedio de una lombriz solitaria

Crunch crunch... ñacañacañaca... glup glup...

prrrrrrrrrrrr... ¡puffff!...

¡aaaooonn!...zzzz...¡aaaooonn!... zzz... zzzzzzz...

¡plop!...

rrorm ssss rrorm ssss...
prrrrrrrrr...
zzzz...